Ilya Ehrenburg - España, República de Trabajadores (8)
VIII LOS MILAGROS El Arzobispo de Valencia, presidiendo la procesión del Domingo de Ramos en 1931 El turista de otro continente que viniera a explorar Europa como los viajeros europeos exploran el Africa, podría observar: «España está habitada por dos razas.» Una flaca, agotada, con señales manifiestas de toda clase de privaciones corporales y espirituales: se llama la raza de los campesinos o aldeanos. Van vestidos de muchas maneras. En el norte llevan boinas o pañuelos atados a la cabeza. En el sur llevan sombreros de ala ancha, pero en todas partes su indumentaria se distingue por su miseria y, más que traje, es casi siempre un montón de andrajos. La otra raza que habita España se distingue, en cambio, por su buena salud. Es gente colorada, siempre alegre y encantada de la vida. Bebe vino, fuma puros, acaricia a las criadas guapas. Esta gente va vestida de igual manera en toda España, con largas y negras sotanas. Se llaman «curas», que quiere decir sacerdotes. En l