¿Cuántos años estudia un médico en la URSS?

Edificio de estudios del Instituto de Capacitación de Médicos.
Foto de Yuri RIBCHINSKI
Con esta pregunta la periodista Eleonora Gorbunova comienza, por encargo de MEDITSINSKAYA GACETA, su entrevista a María KOVRIGUINA, rectora del Instituto de Capacitación de Médicos de Moscú.

—Toda la vida —responde Kovríguina—. Los seis años de estudios universitarios proporcionan solo la base para dominar la multifacética profesión de médico. Creemos que no se soluciona el problema con prolongar el plazo de estudios hasta 7-8 años, como lo suelen hacer en algunos países.

Estoy convencida —continúa Kovríguina— de que el anhelo de renovar y profundizar sus conocimientos es inherente a todo médico Auténtico. Pero el deseo es insuficiente; debemos ayudar a realizarlo. Para los médicos moscovitas y los de las capitales de las repúblicas federadas este problema se resuelve de una manera más sencilla, a través de las decenas de sociedades médicas profesionales (de cardiólogos, traumatólogos, cancerólogos, etc.) que allí funcionan y a las cuales puede afiliarse cualquier facultativo. En las reuniones de dichas sociedades con regularidad se discuten los casos más difíciles de diagnosticar y curar, se analizan los resultados de distintas metodologías terapéuticas, se hacen informes sobre las nuevas tendencias que se perfilan en la evolución de sus especialidades y sobre los adelantos alcanzados en las ramas científicas contiguas.

En las ciudades más pequeñas, los hospitales y los institutos de investigación sistemáticamente organizan conferencias a las cuales se invitan a todos los interesados. Pero hay muchos médicos que trabajan en pequeños hospitales y consultorios rurales, a cientos de km de los grandes centros industriales. Sin embargo, ello no significa que no puedan perfeccionarse, pues nuestro sistema de capacitación ayuda a todos los médicos del país a estar al tanto de los últimos adelantos y a asimilar la experiencia acumulada por los mejores especialistas.

Centros de capacitación existen en muchos países, su organización es un imperativo del tiempo. ¿Tiene algo especial el sistema soviético?

Sí, que es un sistema de verdad. Como se trata de un sistema estatal, permite que el proceso de perfeccionamiento tenga carácter permanente y planificado.

¿Cómo se consigue esto en la práctica?

Cada médico, por lo menos una vez cada cinco años, debe pasar un curso sistematizado de perfeccionamiento. Para ello funcionan 16 institutos especializados en distintas regiones del país y 50 cátedras especiales, adjuntas a los centros docentes médicos superiores. También se organizan cursillos en los hospitales importantes y en los institutos de investigación científica.

Como dijimos, nuestro sistema estatal nos permite planificar el proceso y determinar cuándo y cuántas personas estudiarán en estos cursillos. Todos los gastos respectivos corren a cargo del Estado: el viaje de ida y vuelta, la vivienda. Naturalmente, el médico no paga ni un rublo por sus estudios y continúa cobrando su salario medio mensual.

¿Qué puede decir acerca del contingente que viene al Instituto que Ud. dirige?

En nuestras aulas podrá ver a médicos de policlínicas capitalinas y de poblaciones rurales de Asia Central, así como a jefes de departamentos de distintos hospitales. Las 8 facultades del Instituto agrupan a más de 85 cátedras que organizan cursillos prácticamente de todas las especialidades.

Entre nuestros estudiantes hay médicos que tienen solo 3-4 años de práctica y otros con más de 30 años.

¿Cómo se organiza el proceso docente con estudiantes de tan distinto nivel?

Tenemos ciclos de estudios, cuyos programas difieren en dependencia del nivel y la especialidad de los estudiantes. Claro que algunas disciplinas están incluidas en los programas de todos los ciclos, como por ejemplo, «Bases de higiene social», «Teoría de la salud pública», «Organización del servicio médico y profiláctico». Y ello porque consideramos que cada médico no solo debe dominar los métodos modernos de diagnóstico y curación dentro de su especialidad, sino también participar activamente en su profilaxis. Por supuesto, la duración de los estudios varía: los cursillos para los internistas de barrio duran hasta 9 meses; para los organizadores de la sanidad, 2 o 3 meses; para los profesores universitarios, 2 meses.

Enseñar a profesores es una tarea poco habitual. ¿A qué se debe su surgimiento?

Nuestro Instituto no solo es un establecimiento de enseñanza, sino también el centro metódico y científico que organiza la labor de todo el sistema de perfeccionamiento de los médicos. En el Instituto trabajan los más experimentados especialistas del país: 16 académicos y miembros correspondientes, más de 600 catedráticos, Doctores y candidatos a Doctor. Nuestros cursillos ayudan a elaborar y unificar el enfoque y las exigencias respecto a la enseñanza médica. Una de las tareas de nuestro Instituto consiste justamente en confeccionar los planes y programas docentes, que ponemos al día cada cinco años, más o menos.

Hoy en la URSS hay un millón de médicos y su número cada año aumenta en unos 50.000. ¿No complica esto el problema de organizar los cursillos?

Sí, pero a medida que va creciendo el número de médicos, va cambiando el ritmo de trabajo de los institutos de capacitación. Así, en los primeros años nuestro Instituto acogía anualmente a cerca de mil estudiantes, mientras que en 1981 esta cifra pasó de 20.000. Esto ha sido posible gracias a que ha cambiado la metodología de la enseñanza. Hoy comenzamos a trabajar con nuestros estudiantes 2-3 meses —y en algunas disciplinas 6 meses— antes de su llegada al Instituto. Les enviamos materiales didácticos y tareas. Este sistema, por una parte, ayuda a los futuros estudiantes a conocer nuestras exigencias y, por otra, a los profesores a enterarse del nivel de conocimientos de aquellos, permitiendo en caso de necesidad introducir en los cursillos los cambios pertinentes.

En el Instituto de Moscú también cursan enseñanza médicos de otros países, ¿verdad?

En efecto, en nuestras aulas usted podrá ver a médicos de 82 países del planeta. Lo mismo que los soviéticos, ellos escuchan un ciclo de lecciones, participan en los seminarios y los trabajos prácticos. A nuestra disposición tenemos diez mil puestos en los hospitales moscovitas, donde nuestros estudiantes se familiarizan con los últimos adelantos de la ciencia médica, amplían sus conocimientos teóricos, toman parte en el tratamiento de los enfermos y estudian la experiencia acumulada por los más renombrados especialistas.

Los médicos extranjeros tienen posibilidad de conocer el sistema del servicio a la población, que en la URSS garantiza a cada ciudadano una ayuda calificada, gratuita y accesible. Nuestro sistema de sanidad suscita interés en muchos colegas extranjeros. Seguramente por eso la Organización Mundial de la Salud regularmente organiza seminarios internacionales en nuestro Instituto.

REVISTA SPUTNIK - NO.9 (SEPTIEMBRE DE 1982).

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